La soledad del corredor de fondo, la soledad del escritor…

Despegar y dejar atrás superfluas palabras.

Mentiras absolutas tristes contrastadas.

Y a la luz de la velada ver rugir la llama

Que sigue los destinos de la sola soledad,

Verdad consentida enmascarada

Surgida al compás de las zancadas…

                                                                                          (F.Campos)

Stage Reto Frankfurt Lanzarote

La soledad del corredor de fondo y la soledad del escritor tienen mucho que ver. Un atleta necesita correr cada día. También un escritor necesita trasmitir sus pensamientos de manera que al terminar se sienta satisfecho consigo mismo. Son dos actividades que realizadas de modo paralelo otorgan al individuo una experiencia mística que más allá de las superficialidades del mundo que nos rodea, atrae todo tipo de sensaciones increíbles.

Deslizar la pluma es como oír tu propia respiración en cada zancada. Es algo que nace, que sale, que no se puede pensar. Te hace sentir libre. Es como soltar amarras y deslizarse lejos, sin límite, sin fin. Y cómo no, cuando escribes sentimientos sufres. Igual que sufres cuando corres y quieres mejorar. Nada en la vida es fácil y la propia decisión de escribir o correr implica hacerlo por que disfrutamos, pero sufrimos, ninguna duda cabe. Si no, la poesía tampoco sería poesía, sino palabras sin trasfondo ni contenido emocional. Y sin emociones, la vida carece de cualquier sentido.

Me siento feliz. Esta semana he cumplido las expectativas y he aprobado los tiempos de entrenamiento que tenía programados. En los 4×2000 conté con la ayuda de Jesús García, quien me guio para cumplir con el objetivo. Pero lo que más me ha gustado de los entrenamientos fue el día de ayer. Tenía 80 minutos, y decidí correr por el Besós dirección Mollet del Vallés. Fui con viento en contra guardándome para la vuelta, que inicié en el minuto 42. Allí empezó a llover, una lluvia fina acompañada de la humedad típica de Barcelona. El cielo era grisáceo y el sol luchaba por salir, reflejando a ratos sobre la vegetación brillante a causa del agua. Aquello era gozar de un rodaje, porque al llegar al Besós tuve frente a mí el arco iris. Era como un aliento en el minuto 65 que decía: Ya casi estás. Ánimo que no queda nada.

Hoy la semana laboral llega a su fin. Es duro regresar de una isla tan hermosa y aterrizar en la oficina con tantos pensamientos y caminos por iniciar. Uno se tambalea e intenta recobrar el pulso de la ilusión y la libertad de dedicarse sólo a correr y escribir. Pero también la vida consiste irremediablemente en tener responsabilidades. A veces lo bueno es enemigo de lo mejor y para alcanzar lo mejor es necesario que no dejemos a medio camino esas responsabilidades. Nuestra existencia es un equilibrio de todas estas cosas.

Ahora que es viernes vamos a darle otro giro a la semana. La cosa va de vaivenes y eso es lo divertido. Además tenemos dos días, dos rodajes, uno de ellos el primero de 90 minutos. Y también me estoy adentrando en un plan nutricional que nos ha elaborado la nutricionista del Reto Frankfurt, Cecilia León (http://www.somosloqcomemos.com/). Con la preparación y ahora con una dieta enfocada al Maratón, perseguimos la excelencia en corredores “paketeros” que buscamos el disfrute, el sufrimiento, la sonrisa y la competición.

Francis Campos Jareño

Barcelona 9 de agosto de 2013